Un poema sobre un amigo natural para niños con hermosas narices y buenos hábitos de higiene.
- ¡qué no quiere estar ahí! -
Se asoma todo el tiempo
por alguno de los agujeros…
Se va a caer de allí
por intrépido y aguerrido.
Quizás, puede ser, algún día
ha de resbalar de allí
y rodar, rodar por las mejillas
como mantequilla derretida.
Es mi moco tan genial,
un amigo verdecido,
aguado y pegajoso,
el mugriento chiquillo.
Pero el día llegará
cuando lo vea mamá
y con su blanco pañuelo
me lo quite, así no más:
- ¡A sonarse la nariz!
- ¡A sonarse esos mocos!
Y el moquillo se esconderá,
se esconderá por ahí…
Entre los huequitos
de mi hermosa nariz.
Autora.
_ Oneida Pérez “Ofly”
Blog
“Lacitos de Azúcar Poemas de Miel II”
©Derechos Reservados
No hay comentarios:
Publicar un comentario