Las brujas de la comarca
utilizan condimentos
para dar un buen sazón
y gusto a los alimentos.
A sus embrujes predilectos:
Ají dulce o picante
para platos con lagarto
y unas pepitas de anís,
si tiene la lengua gris
o durito el corazón.
Cardamomo y citronela
para ojos lagrimosos
y bastante lagañosos
por andar de andrajoso.
Si buscas sabores raros
y lo justo de atrevidos,
agrega clavito dulce
con ramitas de canela
a las orejas de chancho
o a la lengua de comadreja.
Todos ellos son perfectos
para brebajes y caldos
aunque luego y sin temor,
te duela la barriga a cantaros.
Unos granos de mostaza
con comino y ajonjolí
por si tienes la nariz
cubierta con mocos verdes
por estar tan resfriado
y carraspeando por todos lados.
Cocinando sin cuidados
y sin ningún, ningún aseo
esos caldos quedarán
¡requeté feos, guácala!.
Nunca te ha de faltar
orégano, albahaca o laurel
en los guisos de chiripas
con grillitos saltarines
y unos que otro abejorro
que por tonto perdió el camino
y fue a parar al caldero
de la bruja más cochina
y conocida del pueblo.
Entre cazuelas y bebedizos
las brujas usan condimentos
para satisfacer al comensal
y causarle un gran contratiempo
que lo tendrá por días
sentado en el retrete,
por el dolor de barriga
y las tripas indispuestas.
Ajo, jengibre o cúrcuma
nada puede faltar,
en la cocina de brujas
donde también usan sal...
Autora._ Oneida Pérez "Ofly"
Colección "Lacitos de Azúcar Poemas de Miel"
© Derechos Reservados. 🎀
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