Bajo el temporal matutino
salí a saltar con la lluvia
charcos de agua
clarita
formados sobre la senda.
Saltaba alegremente
sintiendo caer la lluvia
y bajo mis pies descalzos
las gotas brincan los charcos.
La tarde se fue temprano
sin siquiera
despedirse
y el frío de la negra noche
me acobijo sin permiso…
Temblaron todos mis huesos
cómo sonaja de niño
y la luna que llegaba
sintió un recelo dormido.
Ella
brilló para mí,
al verme desprotegido
y con su claro de luna
vi mi carita de
frío,
en un charquito de agua
reflejada con temblorcitos;
castañeteándome los
dientes,
pero feliz de regocijo...
Autora.
_ Oneida Pérez “Ofly”
Colección.
_ Lacitos de Azúcar Poemas de Miel II
©Derechos Reservados
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