Una mosca muy tranquila
reposaba en la buhardilla,
tomando un respirito
al cabo, por un ratico.
En eso una gallina piroca
que la visó de lejitos
se le acercó despacito
para que cuenta no diera
y de un solo sopetón. ¡Ñaaan!
Se quiso comer la mosca
qué cuenta rápido dio
y voló apresurada
aunque…
Un gorrioncillo que pasaba
ligero, se la almorzaba.
Autora._ Oneida Pérez “Ofly”
Colección “Lacitos de Azúcar Poemas de Miel”
© Derechos Reservados 🎀
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