En una noche oscura
la bruja salió a cazar
a una luna esmaltada
que brillaba sin parar.
La sujetó con firmeza
para no dejarla volar
y tantear tanta belleza
entre sus manos de maldad.
En eso, surgió el sol
y miró con desconsuelo
a una luna cautiva
en tan malos sentimientos.
Dijo el sol a la malvada:
- ¿Por qué querer una luna?
-Ella brilla para todos
e ilumina su hermosura
sin condición o clase,
siendo el cielo su reino
y las estrellas su arte.
Junto a su amado sol
los dos brillamos unidos
por el tiempo y la razón
sin nudos cautivos.
La bruja admiró a la luna
-según, por última vez-
y al soltarla de sus manos.
Al sol, trató de retener...
Autora. _ Oneida Pérez “Ofly”
Colección “Lacitos de Azúcar Poemas de Miel”
© Derechos Reservados 🎀
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