Un dragón que flojeaba
se recostó de un árbol
y al rato… dormitando
estaba
bajo la sombra de un árbol.
Cuando el sol ya se
escapaba
el dragón se despertó
y dio cuenta de
inmediato
que su fuego, se apagó.
No sabía que hacer
ante tal situación
y le dijo al solecito
que casi se había ido:
- ¡Por favor, solecito mío
dame un fuego, fueguito!
Autora. _ Oneida Pérez “Ofly”
Colección “Lacitos de Azúcar Poemas de Miel”
©Derechos Reservados
🎀
Gracias por el apoyo, bendiciones.
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ResponderEliminarHola Carmen, gracias me encanta que seas de la gran familia de Lacitos... Los dibujos no son de mi autoría, aunque yo dibujo jiji besos.
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