Lirios, Claveles y Rosas

Lirios, claveles, rosas,
la cruz y faroles adornan
las calles, camino del barrio
sendero del Peregrino.
La procesión del Santísimo
ha tardado en salir,
al parecer no ha llegado
al encuentro con su cita
de esta Semana Santa,
feligreses y alabanzas…
 
¿Dónde está el Cristo?
¿Cómo es que no ha llegado?
 
Ese Cristo milagroso
no anda por flores o faroles,
Él camina sobre algodones,
inyecciones y respiradores.
Él está allí, ayudando a su par
entre tantos centros hospitalarios
que se ha olvidado, por dos años,
la procesión de su Semana Mayor.
 
Domingo de Ramos, lunes de Autoridad,
martes de Controversia, miércoles de Cuaresma
jueves de Eucaristía, viernes de Crucifixión
y sábado de Gloria.

¡La Gloria de nuestro Señor!
 
Con médicos, enfermeros
lucha codo a codo, el Peregrino
con la vara de Esculapio
y por escudo un barbijo.
Dar consuelo, cura y sanación
a todos los asistidos.
 
Caminos de tierra y papas,
por ahí anda escapado el Santo,
junto al agricultor del campo
con su sudor y sus ánimos.
Una guadaña, un arado,
¡las uñas si es necesario!
Va el Cristo en procesión,
ya por dos años…
 
Batalla el Cristo con tropas
de guerreros aguerridos
para ofrendar cada mesa
con tomates, zanahorias,
guisantes o tantos granos.
Frutas frescas, hortalizas,
leche, huevos o natillas
son el mejor de los regalos
en horas de desconsuelo.
 
La cofradía espera al Cristo
-aún, no ha llegado. -
Todos esperan callados
a su Cristo del Milagro
con las calles florecidas
encendidas de faroles
y un cantar de alabanzas
para honrar a su Padre.
 
Al caer de la tarde,
los ánimos sosegados
y el Cristo, que no se ha ido,
aparece entre delegados:
bomberos, policías,
voluntarios o dependientes
y un escuadrón de limpieza
que hace a diario el trabajo.
 
¡Él está en todas partes!
¡Nunca llegó tarde!
 
Hoy las flores las quiere el Cristo,
las quiere para sus hermanos.
Almas que han fallecido
siguiendo la luz de un faro.

Hombres, mujeres y niños
 que partieron tan temprano,
¡allí estará su Cristo!
extendiendo su mano,
sin guantes y sin barbijo…
Solo, con un corazón sano
y la bendición por testigo
en esta Semana Santa
porque Dios nunca llega tarde
y siempre te acompaña.

Autora. _ Oneida Pérez “Ofly”
Colección “Lacitos de Azúcar Poemas de Miel II”
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