Al
borde de una mesa rústica, una vela casi extinta hilaba un fino y recatado hilo
de luz. Ascendía en un espiral infinito disipándose en la oscuridad; ocultando
un pasado inmaculado. El humeante y brusco humo de un café tinto daba paso al
amanecer.
Autora._ Oneida Pérez “Ofly”
© Derechos Reservados

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