Recuerdo desde muy chico
un caballito de palo
con ojitos de botones
y su cabello a los
lados.
Cabalgaba por las noches
cuando la luna salía,
relinchando entre
piedras
de la casa de la tía.
Recuerdo ser buen jinete
con mi caballo de palo
y gritaba muy bajito...
¡Arre, arre, mi caballo!
Hoy los dos hemos
perdido
aquel camino andado.
Yo crecí, dejé de ser
niño,
tú estarás galopando,
en los brazos de otro
niño.
Autora._Oneida Pérez "Ofly"
Colección "Lacitos de Azúcar Poemas de Miel"
© Derechos Reservados
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