Tengo una familia genial
como la que tienes tú.
A secas, en la mía,
no existe ningún color.
En mi familia la gama
son dulces sabores
surtidos,
gustos azucarados
a los más ricos
pasteles,
guisados o estofados.
Mis abuelas, por
ejemplo:
tengo una amorosa
y su tez no es blanca,
¡ni de broma!
Su carita avainillado
con chispas de calabaza
con dos pasitas dulcitas
me miran y me abrazan
junto a una bella boquita
que da besitos a nata.
La otra, por el
contrario,
es de espeso chocolate
donde en sus ojos de
plata
se refleja la mañana
y la tarde al sosegar
entre las aguas perladas.
Mis abuelos se las traen
con sus caras de
sabores.
Uno que vino de Oriente
con su tez a mandarina
y cachetes nacarados
al fuerte sol naciente.
El otro de mis abuelos
se le tostó su carita
porque es un pescador,
con la tez de salmonete
y manitas arrugadas
a ponquecito caliente.
Mi madre y mi padre,
ellos son otra cosa….
Mi madre carita a pastel
con mejillas de cerezas
y sus manos polvorientas
a nuez, anís y canela.
De mi padre, un señor,
con ese toque latino
a cafecito de moka
con hierbabuena o roncito.
En mi familia de sabores
el color no es
importante,
puede ser a castañas
tiernas
o jazmín electrizante.
Tengo dos bellos
hermanos:
Uno, el más mayor,
con su cabello rizado
a hilitos de pompón
de chocolate rallado
con virutas a coco
dulzón.
La otra de mis hermanas
es tan sólo un bebe,
su tez olor a rosas
con cachetes de algodón
y una sonrisa sin
dientes,
-sin dientes de turrón-
A todas estas, en mi
familia,
sólo me detalló yo…
Una catira hermosa
con cabellos caramelos,
la cara de tostón con
salecita
y uno que otro ajito
tierno.
En mi familia no existe
los colores blancos,
rojos,
amarillos o negros…
Como la noche más
abrumada
o el sol caliente como
esfera.
Sólo hay diversidad
que hace de todos sus
miembros,
una familia ejemplar
dentro de un mundo
colorido
lleno de feos complejos.
Autora.
_ Oneida Pérez “Ofly”
Un mundo colorido, sí señor ¡!
ResponderEliminarHonor a la diversidad en todos sus formas y sentidos. Bendiciones.
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